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A través del milagro de la fotosíntesis, las plantas convierten energía solar y nutrientes del suelo en alimento y oxigeno para sustentar la vida en nuestro planeta. Desde que existimos aquí, la vegetación ha sido nuestra principal fuente de nutrición y medicina. Separados de los ciclos naturales, las personas que vivimos en poblaciones densas y ciudades urbanas muchas veces olvidamos nuestra innata interdependencia con las plantas silvestres más comunes.

Aún así, todos nosotros seguimos dependiendo de las plantas como nuestro principal sustento, aún si olvidamos que una hoja de diente de león es infinitamente más nutritiva y medicinal que una lechuga comercial. Y a pesar del desarrollo de la civilización, ¾ de la población del planeta sigue dependiendo de plantas como su principal fuente de medicina, y las farmacéuticas modernas derivan ¼ de sus productos de plantas medicinales silvestres.

Nuestra fisiología humana mamífera está diseñada para digerir y asimilar su alimento, y es así como nuestro cuerpo reconoce las plantas medicinales como otro simple alimento más. Es por esto que las plantas son la forma de medicina más fácil de asimilar y la que menos descompensará el cuerpo con “efectos secundarios”.

Cada planta nos trae incontables beneficios determinados por su concentración de constituyentes y fitonutrientes específicos.

Entre ellos tenemos Carbohidratos, Glucósidos, Lípidos, Polifenoles, Terpenos, Alcaloides, Carotenoides, Resveratrol, Glucosinolatos, Fitoestrogenos, Acido elagico, etc.

Las propiedades de cada planta se clasifican según la interacción química que ocurre entre sus constituyentes y el cuerpo. Algunos ejemplos son: Astringente, Antiinflamatoria, Antiséptica, Antitusiva, Antiespasmódica, Antiviral, Antidiarreica, Colagoga, diurética, Emética, Emenagoga, Emoliente, Expectorante, Galactagoga, Hepática, Laxante, Oxitócica, Sedante, Estimulante, etc.

Los campos de flores y plantas silvestres están llenos de poder y sabiduría que ha sido pasada de generación a generación a travez de las voces y de las historias de curanderas y curanderos. En la actualidad, estos conocimientos siguen siendo confirmados por laboratorios de investigación y ensayos clínicos. Llenas de vida y espíritu, nuestros cuerpos reconocen a las aliadas plantas que existen para sostener toda la vida de todo el planeta, la nuestra incluida.

Formulaciones para la Mujer Sana Natural

Las plantas que hemos reunido aquí hoy en esta serie de FORMULACIONES para la MUJER SANA NATURAL, son plantas usadas por milenios y estudiadas ampliamente en la actualidad de la botánica y la medicina moderna. Al final podrán encontrar algunos enlaces para conocer más a fondo cada una de las plantas que fueron seleccionadas para crear estos remedios.

La salud hormonal de la mujer es compleja y requiere de una profunda exploración para revelar la causa raíz de tu padecimiento especifico.

Atendiendo tu situación de manera especifica es la clave para lograr una verdadera sanación y rebalancear tu cuerpo a su estado más óptimo. No podemos seguir asignando plantas o medicamentos a síntomas cuando entendemos que los síntomas solamente es el foco rojo, el mensaje de tu cuerpo de que algo se encuentra fuera de su balance y orden natural…

Por ejemplo: Una mujer puede tener miomas por congestión o daños en el hígado que no permiten que deseche bien sus excesos de estrógenos, otra por un tema genético que no le permite liberarse de excesos de estrógenos, y otra porque consume y está expuesta a cantidades grandísimas de estrógenos exógenos. El modo de tratar a cada una de estas mujeres será único y diferente y requiere de una investigación a fondo.