Hoy fui al doctor porque me lastime la rodilla derecha después de un intento sobre motivado de sentirme mega-fit a pesar de las 15 horas diarias que estoy trabajando sentada con mi cabeza, mi computadora y mis libros en la labor de crear todo esto que anhela mi corazón… En fin… Hoy no hablamos de rodillas sino de menstruación…
Cuando me toca ir al doctor, me ultra preparo! Trato de ir muy informada en el tema que quiero atender, con una lista bien detallada de lo que le voy a pedir, teniendo muy claro que es MÍ CUERPO, y que yo soy la CONSUMIDORA de sus servicios y que, porque aquí en Canadá, como en muchos otros países con servicios sociales de salud, esperamos 3 horas para recibir 5-10 minutos de atención humana, necesito ir directo a lo que voy… En este caso, yo quería aprovechar de la cita para pedir estudios de laboratorios para otros temas pendientes y una resonancia magnética para mi rodilla. (Aquí no tenemos laboratorios abiertos al público).
Me puso cara rara por todos los estudios que le pedí, pero aun así me lleno la orden para todos ya que tenia buenas razones no-discutibles para cada uno de ellos. Luego fue a su expediente y me pregunto sus preguntas de rutina: Antecedentes familiares, ciclos femeninos... Yo no venia a comentarle de esto, pero ya que me pregunto… Pues le dije:
Me callé. Ni caso de seguirle explicando que conozco lo que es normal en mi propio cuerpo más que el. Lo importante es que a mí eso si me quede claro.
Me quede sola vistiéndome y contemplando...
Cuanto celebra nuestra sociedad la ausencia de la menstruación.
Cuantas maneras existen para hacer que nuestra sangre menstrual desaparezca
y
Cuantas mujeres optan por estas opciones.
Pensé el las mujeres que pasan 35 años (promedio de años fértiles) resintiendo la sangre de sus ciclos hasta verla desaparecer en la menopausia.
Pienso en las multitudes de mujeres que enfrentan infertilidad, o menopausia precoz, o la menopausia fisiológica normal que me dicen:
“Cuanto quisiera haberme dado cuenta de lo especial e importante que fue esa etapa de mi vida.”
“Extraño menstruar.”
“Hasta ahora puedo reconocer su poder.”
“Me doy cuenta de cómo surgía otra parte de mi en esa etapa de mis ciclos…”
Y así, muchas veces en retrospectiva, podemos tener una visión mas amplia de una experiencia y darnos cuenta de su significado.
Tengo una Misión,
Y es que GOCEMOS de nuestra sangre mientras estamos aquí presentes con ella, viviendo su poder…
Para llegar a la menopausia llenas y satisfechas de esa etapa cíclica que tanto crecimiento y aprendizaje nos dejó.
Y aun más, quiero ver que las jóvenes mujeres tengan la oportunidad de conocer estos regalos ANTES de que llegue su primera Luna, para que puedan celebrar su llegada y sentirse orgullosas de abarcar un nuevo capitulo en la historia de ser mujeres…. Y no solo porque “ahora podemos tener hijos”, sino porque también despierta una nueva relación con nuestra intuición y con nuestro interior.
Mis reglas se han acortado estos dos últimos ciclos. Pienso y siento que podría ser por el estrés de estos últimos meses de tanto movimiento, o porque he perdido peso por obsesionarme con trabajar y sacar mis sueños y visiones adelante… De repente entra la voz del miedo: ¿Será mi edad? ¿Serán cambios hormonales prematuros? Cambios en mi flujo cervical: tengo menos que de costumbre! Importante detalle sobre la cantidad de hormonas presentes. Miedo. Pero no solo era miedo. Sentí también una especie de INSATISFACCION… ¿Que? Pero… ¿Eso fue todo? Quiero más!!!!
Recuerdo que mi trabajo es escuchar mi cuerpo y atenderlo. Respiro profundo y el miedo se convierte en determinación. A retomar las atenciones cotidianas que había estado poniendo en segundo plano, y regresarlas a ser mi PRIORIDAD! Así es como defino amor propio: Retomo mi alimentación, retomo mi intención de amor absoluto hacia mi cuerpo y para mi existencia, y me enfoco en la gratitud por lo que si tengo ahora, regresando al momento presente donde si me puedo atenderme.
Retomo mis tablas cíclicas. Y a lo largo de mi ciclo, visualizo temperaturas adecuadas que me dicen que mi tiroides ya esta mejor, cambios perfectos de flujo cervical, que me demuestran que mi cuerpo ya no esta tan estrogenizado como antes, observo una ovulación clara, una fase lútea adecuada, que ha sido mi llamado para aprender sobre todo esto.
A mis 20 años, inicie con el método sinto-térmico por unas tablitas que encontré en el libro de Christiane Northrup… Hice muchas tablitas sin entender para nada lo que significaban. Simplemente gozaba de observar mi cuerpo. Las pude repasar todas muchos años después cuando escribí mi tesis en la escuela sobre la importancia de la conciencia de nuestra fertilidad y nuestros ciclos. Entonces aprendí que tenia fases lúteas muy cortas, de 8 días, durante años y que esto era algo que reflejaba muchísimo desequilibrio y que esto explicaba muchas cosas:
Mi dolor horrible al menstruar,
Los senos que cambiaban de talla y tanto me dolían cada pre-menstruación,
Como me perdía por completo en mis emociones,
Porque mi piel llena de acné no dejaba de hacerme parecer una adolescente.
...
Empezó un viaje de AUTO-SANACIÓN que sigo hasta la fecha, ya que me sentía totalmente insatisfecha por tantos profesionales de salud que me decían que no tenia nada y me daban pastillas hormonales para “regularme” y antibióticos para el acné.
...
¿Deseas conocer el lenguaje de tu cuerpo?
...
Hoy llego mi Sangre a visitarme de nuevo. Mi Luna de Enero 2017. Tuve un mini apretoncito de cólico, sangré 3 días de flujo normal más dos días ligeritos. Como de costumbre, sentí esa deliciosa descarga de todo lo acumulado durante el ciclo pasado: Las tensiones, las preocupaciones, las demandas, las historias…. Ahhhhh… Alivio
Y contemplo hoy,
lo mucho que aprecio estos días tan especiales de cada mes.
Dejen les comparto porque:
Durante mi menstruación…
Me suavizo:
Mi rigidez corporal se derrite. Me rindo.
Me permito hacer todo a un ritmo mucho más lento sin juzgarme ni exigirme.
Si tengo ganas de llorar, lo hago!
Sin que tenga que pretender nada… Y no es una “escusa” porque ando sensible, sino que me doy PERMISO, mi cuerpo me da permiso, y todo fluye junto con mi sangre.
Me siento más merecedora de mis atenciones y cuidados personales.
Le dedico estos días a ello. Tomo mas baños de tina, preparo aceites para mi cabello, mascarillas para mi cara, y atiendo las partes de mi cuerpo y mi alma que mas lo requieren.
Me trato con ternura y aceptación.
Tiendo a ser más amorosa conmigo misma.
Soy más honesta con migo misma, y con los demás.
Todo lo que durante el mes “guardamos y acumulamos”, así como guardamos y acumulamos nuestro endometrio, ya no puede ser detenido o limitado… Tiene que FLUIR.
OJO: Honesta no quiere decir explosiva o violenta. Si la menstruación nos lleva a violentar nuestro entorno dejando cicatrices difíciles de sanar, podríamos estar viviendo con un desequilibrio hormonal que necesita nuestra atención. A veces esta atención podría también ser acompañada por alguien profesional que nos guíe a descubrir la raíz de nuestro enojo mas profundo.
Medito y recibo sabiduría con mucha más facilidad.
Durante estos días, mi mirada no esta enfocada en mi entorno. Esta viendo hacia adentro. Prefiero espacios cerrados, cálidos, y con las luces bajitas. Prefiero la soledad a lo social, el silencio a la música. Prefiero escribir y dibujar antes hablar o idealizar. La menstruación nos acompaña a INTERIORISAR.
A digerir todo lo que paso el ciclo pasado...
A entenderlo profundamente y a extraer sus enseñanzas...
A observar quienes somos y tocar nuestras necesidades y deseos más auténticos.
Cerrar los ojos para recibir sabiduría es lo MÁS SIMPLE durante estos días, están diseñados para ello.
La próxima vez que sientas un cólico, un dolorcito en la espalda baja, pesadez en la zona pélvica… Recibe el llamado. Tu cuerpo esta demandando tu atención. No lo calles. Mejor respira, conéctate, dile a tu cuerpo que has llegado, que estas allí, que estas escuchando… Y escucha… te revelara TANTO.
¡Menstruemos Queridas!
Experimentemos lo maravilloso de estos días. Recibamos todo lo aprendido y necesario en preparación para un Nuevo Ciclo. Usemos el poder de la transformación que existe para nosotras.
¡SabÍaS que!
Cuando vivíamos naturalmente y solo la luz de la luna brillaba por las noches, la menstruación de las mujeres llegaba con la Luna Nueva, la luna obscura, la luna que no te permite interactuar con tu entorno, sino mirar hacia tu mundo interno. Las mujeres se juntaban en espacios obscuros y cálidos donde se reunían a menstruar y a contemplar las necesidades de su tribu, a tomar decisiones importantes, y a llegar a acuerdos y conclusiones para el bien de todos, durante su momento de ampliada claridad y sabiduría
¿Tienes amigas cercanas que menstrúan los mismos días que tu?
¡Esto es muy común! Porque no aprovechar y juntarnos para una noche de consentirnos, de arte, de magia y tarot, y de inspiración para maravillarnos de la expansión de nuestra conciencia.