Sino no tomas actualmente pastillas anticonceptivas, lo más seguro es que, en algún momento las hayas tomado, o por lo menos considerado, o mínimo se te fueron recomendadas o recetadas por una razón u otra.  Con el movimiento feminista, vino la posibilidad de liberarnos de la obligación de convertirnos en madres y poner a un lado ciertos sueños y ambiciones.  Las mujeres se unieron en celebración y apoyo de esta nueva pastilla milagrosa que nos permitiría vivir los placeres de nuestra sexualidad sin necesidad de preocuparnos por los procesos biológicos de los cuales podríamos llegar a ser “víctimas”. Pero preocuparnos deberíamos... Porque cuando hablamos de hormonas, no solo estamos hablando de reproducción y un sangrado menstrual...

¿Podrías imaginar cuantos variantes de “normal” pueden existir en un mundo con tanta variedad de “nosotras”? Lo que podría ser normal para una, no es necesariamente normal para otra. Conoce los parámetros de un ciclo "normal" y signos y síntomas que nos indican que necesitamos atendernos.

Le dije a mi doctor que por dos ciclos mi sangre había sido tan escasa. Y el me respondió: “Tantas mujeres que sangran tanto. Mejor ponte contenta.” Me quede sola en la sala de la clínica vistiéndome y contemplando cuanto celebra nuestra sociedad la ausencia de la menstruación, cuantas maneras existen para hacer que nuestra sangre menstrual desaparezca, y cuantas mujeres optan por estas opciones. Y hoy, con la llegada de mi sangre, reflexiono en lo mucho que aprecio estos días tan especiales de cada mes. Aquí les comparto porque.

Para ciertas mujeres, atender su alimentación con intención cada día pude resultar en cambios perceptibles de sus síntomas casi inmediatamente. Para muchas otras, vamos a ver un cambio drástico entre 3-6 meses: Muchos de sus síntomas desaparecerán, verá un mejoría en su estado de animo, sus ciclos se regularizarán, perderá peso, se nivelara su azúcar en sangre y insulina, y su energía aumentara de forma notable.

Nuestros ciclos reflejan directamente la relación entre nuestro mundo interno con el mundo externo que nos rodea.  Podemos observar en nuestro ritmo hormonal como nos relacionamos con nuestro medio ambiente, las presiones y demandas de una vida moderna, los alimentos que consumimos los cuales son comúnmente deficientes en nutrientes, los múltiples químicos y toxinas que invaden los productos que usamos y consumimos a diario, junto con la luz artificial que invade nuestra casa durante la noche. Todas estas realidades están constantemente retando nuestro equilibrio hormonal.